La comisión investigadora de los abusos sexuales cometidos contra menores de edad, invitó a su sesión del viernes 19 a periodistas que dieron a conocer los casos iniciales cometidos por la sociedad Sodalicio de Vida Cristiana, compuesta por laicos consagrados y sacerdotes.

            Precisamente, en la reunión convocada por el congresista Alberto De Belaunde, la periodista Cecilia Valenzuela reveló que en el año 2001 fue la primera en denunciar los abusos sexuales en contra de los internos de esa sociedad cristiana. Dijo que tuvo conocimiento por las denuncias de los padres de familia.

            Después del reportaje llegó a la conclusión que esta organización religiosa se convirtió en una “secta fanática” subyugando mentes de jóvenes entre los 15 y 25 años de edad, destruyéndoles la vida.

            Valenzuela reveló que después de publicarse el reportaje recibió muchas presiones a través de llamadas al canal de televisión donde trabajaba y hasta a su familia. “Pese a que buscamos una respuesta, los miembros de Sodalicio dijeron que no tenían nada que declarar porque era una organización reconocida por el Papa”.

            Esta organización, dijo la periodista, fue creada con una característica mesiánica, pero su director (fue fundada en 1971 por Luis Fernando Figari) tenía claras patologías y sometía a los jóvenes a abusos sexuales convirtiéndose en actos delictivos y feroces. Es imperdonable porque los abusos se cometían en nombre de Dios, pero sus fines eran perversos, comentó Valenzuela.

            También intervino la periodista Paola Ugaz, coautora de un libro con  Pedro Salinas que narra los testimonios de jóvenes abusados sexualmente por miembros del Sodalicio.

            Dijo en su intervención que los ataques a adolescentes y jóvenes llegó hasta romper familias responsabilizándolos a ellos de esta situación y por eso los autores deben ser sancionados doblemente.

            Advirtió que ninguna autoridad se ha preocupado en investigar luego que se dieron a conocer los reportajes periodísticos; sin embargo, dijo que actualmente hay una mayor conciencia sobre estos temas y se puede hablar libremente.

            Dio a conocer que el Sodalicio era una organización misógina, homofóbica y racista y que les hacía creer a los jóvenes que eran privilegiados por ser esclavos de Dios y el pago era ir al cielo. Incluso se adueñaron de sus propiedades y de sus herencias.

            Pidió que se revise el concordato del Perú con El Vaticano porque habría el peligro de un presunto lavado de dinero. Hay que separar el Estado de la religión, afirmó la periodista.

PRENSA CONGRESO