El Pleno del Congreso aprobó la iniciativa legislativa que propone una norma que declara de interés nacional y necesidad pública la construcción, equipamiento y mejoramiento de los mercados de abastos a cargo de las municipalidades provinciales y distritales.

La norma se fundamenta en lo establecido en el artículo 83 de la Ley 27972, Ley Orgánica de Municipalidades, que permita la provisión y distribución de alimentos frescos, de calidad y con la garantía de salubridad a la población.

Para efectos de financiamiento, se autoriza a los gobiernos locales a realizar modificaciones presupuestarias en el nivel funcional programático de gastos de adquisición de activos no financieros.

Asimismo, se incorpora la excepción a los gobiernos regionales y locales de las restricciones establecidas en el artículo 13 del Decreto de Urgencia 014-2019 (modificado por la primera disposición complementaria del Decreto de Urgencia 030-2020).

El presidente de la Comisión de Descentralización, Grimaldo Vásquez Tan (Descentralización Democrática), sostuvo que actualmente los mercados de abastos, especialmente los de gestión pública, tienen serias deficiencias por su precariedad y limitaciones en sus condiciones básicas de salubridad y calidad de sus productos, lo que coloca en un serio riesgo la integridad de la población en general, sobre todo en periodos de emergencia sanitaria nacional como la generada por la COVID-19.

Los mercados tradicionales siguen teniendo, en la población, importancia en los hogares del país, el gasto destinado en este formato creció dos puntos y alcanzó el 36,6 % del gasto total que efectúan estos.

Pese a ello, la problemática se acentúa debido a la ausencia de políticas sostenidas de promoción para su competitividad, lo que a su vez genera ausencia de provisión de bienes públicos, como inversión en infraestructura, servicios básicos, seguridad, entre otros.

En el país existen 2612 mercados de los cuales solo el 2 %, es decir, 44 son mercados mayoristas. El 87,82 % de los mercados se encuentran en las zonas urbanas; mientras que 12,18 %, en zonas rurales. Asimismo, de 44 mercados mayoristas, 41 se ubican en las zonas urbanas y solo 3 en la zona rural.

Solo el 4 % de los mercados de abastos, a nivel nacional, recurrieron alguna vez al sistema financiero a solicitar créditos para su infraestructura. Muchos de estos no presentan las condiciones mínimas de garantía para evitar el contagio por la COVID-19 y la masiva concurrencia a estos centros de abastos. Además, se destaca que la distancia social no se cumplió, mucho de ellos en pandemia debieron ser cerrados.

Por tanto, los mercados se han convertido en la principal fuente de contagio en el país. Muchos de ellos se consideran en situación crítica, lo que hace de urgente necesidad facultar a los gobiernos municipales para que inviertan en estos, como en la infraestructura.

OFICINA DE COMUNICACIONES