Ciudades de Puno y Bolivia contaminan el lago Titicaca
Centro de Noticias del Congreso
20 Ene 2016 | 19:15 h
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El lago Titicaca, el mayor cuerpo de agua dulce de América del Sur, sufre una grave contaminación debido al incremento de la población en las ciudades peruanas de Puno y Juliaca y las bolivianas de El Alto, Oruro y Viacha, que arrojan sus residuos al igual que empresas mineras e industriales, que desechan metales pesados como cadmio, plomo, mercurio, níquel, cobalto, cromo y arsénico. A ello se suma la postergación -por décadas- de la región Sur del país y la falta de inversión en temas trascendentales como las plantas de tratamiento para que la población goce de agua potable y redes de alcantarillado que Puno exige y necesita para proteger al lago de 8 mil 400 Kms., considerado una de las grandes reservas de agua dulce del planeta. La legisladora Leyla Chihuán, presidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología, hizo un recorrido por las aguas del lago sagrado, gracias al apoyo de IMARPE, que condujo a la representante hasta la laguna de oxidación de Espinar y la bahía interior de Puno. Tras recorrer más 16 kilómetros cuadrados de la bahía, la comisión comprobó el proceso de ‘eutroficación’ de las otrora aguas cristalinas que están contaminadas por el alto nivel de nutrientes y materia orgánica que llega al lago sin ningún tratamiento. Especialistas de IMARPE explicaron que una de las consecuencias de la contaminación del lago es la pérdida de la biodiversidad, el mal olor y un paisaje ‘deprimido’ y contaminado que se aprecia a primera vista desde las orillas que bañan la capital de la región. Cálculos del año 1986 sostenían que en la ciudad de Puno habían más de siete mil habitantes, actualmente la cifra bordea los 150 mil y las inversiones en saneamiento y procesamiento de agua no ha ido a la par con el crecimiento de la población. En la audiencia pública promovida y organizada por la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología, efectuada previamente en la Municipalidad de Puno, diversos especialistas coincidieron en señalar que el sistema de aguas servidas de las ciudades de Puno y Juliaca requieren con urgencia plantas de tratamiento de aguas servidas que demorarían dos o tres años en su implementación; previamente se requiere la compra inmediata de una draga para efectuar trabajos paliativos de limpieza en las ocho lagunas de oxidación de Chilla, ubicadas en Juliaca. En un amplio recorrido que la legisladora Chihuán hizo por la zona con funcionarios de Seda Juliaca, se constató las insanas condiciones en las que viven los pobladores de la comunidad de Chilla y Los Rosales, quienes consumen agua contaminada ya que la EPS no alcanza a cubrir toda la demanda de agua potable de la ciudadanía. Salvador Valdivia y Jack Ticona, director y gerente general de la Empresa Prestadora de Servicio Seda Juliaca, respectivamente, sostuvieron que el problema de contaminación del lago Titicaca está focalizado básicamente en las dos de sus ciudades más grandes de la región, como son las ciudades de Puno y Juliaca, capital de la provincia San Román. Ambos funcionarios solicitaron a la legisladora su intervención para lograr la declaratoria de ‘Emergencia sanitaria y ambiental’ de toda la provincia de San Román. Además del estudio integral y definitivo que dé solución a la problemática de la falta del recurso hídrico y tratamiento de desechos en esa ciudad. Asimismo explicaron que las ocho lagunas de oxidación en Chilla, ubicadas a 45 kilómetros de la ciudad de Juliaca fueron planificadas y puestas en funciones el año 2007, cuando la población de San Román era de 270 mil habitantes, hoy cuentan con más de 100 mil. Seda Juliaca, pese a los esfuerzos que realiza para procesar y limpiar las aguas del río Coata, abastece de agua potable a domicilio sólo una hora al día a algunos sectores de Juliaca. Desde hace 15 años no hay inversión para este rubro en la región y la planta de tratamiento de agua de Seda Juliaca recibe y procesa 380 litros de agua por segundo, cuando se necesitan 700 litros por segundo, según informaron sus directivos. Actualmente la población en su afán de agenciarse del recurso hídrico hace pozos de profundidad, los mismos que emiten agua contaminada por la cercanía de los silos que reciben sus desechos orgánicos ante la falta de redes de desagüe. Jack Ticona explicó que existen serios estudios para remediar la situación descrita como los realizados por JICA (Cooperación Japonesa), KFW desde el 2010, estudio realizado en el sector Juliaca y actualmente están abocados a implementar el convenio realizado con el Ministerio de Vivienda, el municipio provincial y SedaJuliaca.(EPA) PRENSA/CONGRESO http://www.congreso.gob.pe/ Soundcloud: https://soundcloud.com/radiocongreso<https://soundcloud.com/radiocongreso> A ello se suma la postergación -por décadas- de la región Sur del país y la falta de inversión en temas trascendentales como las plantas de tratamiento para que la población goce de agua potable y redes de alcantarillado que Puno exige y necesita para proteger al lago de 8 mil 400 Kms., considerado una de las grandes reservas de agua dulce del planeta. http://www.congreso.gob.pe/ Soundcloud: https://soundcloud.com/radiocongreso<https://soundcloud.com/radiocongreso> |