La entrega del sable o espada a nombre de la Nación, símbolo de mando que tiene todo oficial, se materializa en el acto de graduación de los cadetes al culminar sus estudios en la respectiva escuela de formación de las Fuerzas Armadas y es de uso exclusivo.

Así aprobó el Pleno del Congreso, en su sesión vespertina, el texto sustitutorio de la propuesta legislativa que recibió 102 votos a favor y siete abstenciones, en primera votación.

Con una nueva consulta a la representación nacional, solicitada por el presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Orden interno, Desarrollo Alternativo y Lucha contra las Drogas, Diego Bazán Calderón, de Avanza País, fue exonerada de una segunda votación con 105 votos a favor y siete abstenciones.

Bazán Calderón refirió que la iniciativa legislativa, de autoría del congresista José Cueto Aservi (RP) tiene por objeto modificar la Ley N° 28359, Ley de Situación Militar de los Oficiales de las Fuerzas Armadas, con el fin de regular el uso de la espada como símbolo de mando.

En ese sentido, precisó que el símbolo de mando, sable o espada, únicamente se entrega a los oficiales de las escuelas de las Fuerzas Armadas y está referido al grado militar y despacho, siendo éste último lo que materializa el otorgamiento del grado para los oficiales egresados de la escuela.

Aclaró que la espada o sable, no es un arma utilizada en operaciones militares; únicamente es usada en las ceremonias y en algunos casos en los servicios de guardia durante el día, más no de noche y constituye el símbolo de mando, con el que es investido todo oficial que concluyó sus estudios en la respectiva Escuela de Formación.

Por su lado, Cueto Aservi, comentó que, si bien los militares provenientes de escuela de formación y los militares asimilados son igualmente oficiales; la formación ha sido totalmente distinta, por ello las características de las funciones o cargos que deben desempeñar durante la carrera militar difieren significativamente.

Asimismo, que no se trata de un acto discriminatorio, porque responde a un proceso de instrucción y entrenamiento recibidos en las escuelas de los institutos armados.

Aclaró que su propuesta responde a la necesidad de que no haya tergiversaciones, ni que se impongan órdenes en contrario por personas que no conocen la vida y reglas militares.

OFICINA DE COMUNICACIONES