El presidente de la república, Martín Vizcarra Cornejo, pidió disculpas al país, ante el Pleno del Congreso, porque toda la crisis, que ha suscitado el pedido de su vacancia, ha surgido de la voz de una persona de su entorno.

“Estoy aquí” dijo el mandatario en el inicio de su exposición, “a pesar de que muchas personas me dijeron que no lo haga, porque mi presencia avala un procedimiento que no se acoge a la ley”. Y señaló que está convencido de la importancia de darle una señal a la nación con respecto a que nuestra democracia debe ser fuerte.

“Incluso en la discrepancia, lo más importante es venir y dar la cara. Soy consecuente con todo lo que he dicho a lo largo de mi gestión. Tengo la conciencia tranquila”, dijo.

Se preguntó ¿por qué estamos aquí? ¿Cuáles son los fundamentos por los cuáles se me cita? ¿Qué ha motivado que el Congreso solicite la vacancia? ¿Cuál es la causa, la razón, la justificación? ¿Son acaso estos audios que hasta ahora no se demuestra su validez?

“Audios sin peritaje, sin ser contrastados, sin que se reconozca la veracidad de su contenido. Reconozco que mi voz está en dichos audios; pero no voy a reconocer las acusaciones que se me hacen y la forma tendenciosa en que se hacen”, manifestó.

Preguntó ¿cuál es el delito? Y con ello dijo que no quiso decir que no se debían investigar los hechos. ”Soy el primer interesado en que se analicen todos los detalles y que se llegue hasta el fondo de la verdad. Y si hay responsabilidades que la instancia correcta lo determine”.

Martín Vizcarra pidió que el Ministerio Público haga su trabajo, pues es esa instancia la calificada para hacer dichas investigaciones y no el Congreso. “Un presidente solo puede ser procesado al concluir su mandato”, señaló enfático.

Expresó su plena voluntad para declarar sobre este tema ante el Ministerio Público. “Voy a demostrar que mi comportamiento ha sido siempre el correcto”, señaló.

Luego, negó la validez de los audios y expuso una serie de ejemplos en donde la protagonista de los mismos se desmiente con la entrega de cartas notariales en las que niega lo dicho y pide disculpas.

El presidente de la república subrayó el hecho de que el único delito que está comprobado es la grabación clandestina, y pidió que no nos distraigamos del enorme desafío que nos produce la emergencia sanitaria

“Hoy más que nunca debemos deponer rencillas y trabajar juntos por el país. Los convoco a renovar el compromiso con la gente, a renovar la confianza y seguir adelante. La patria así lo exige.

El verdadero reto de esta crisis es el trabajo conjunto de todos los peruanos”, finalizó.

Defensa jurídica

El abogado Roberto Pereira dijo que, tal como lo expresó el presidente de la república, esta no era una defensa acerca de los hechos que se han difundido y que “presuntivamente” se le imputan calificándolos como delictivos.

“Esta es una defensa de la institucionalidad de la Presidencia de la República, de su configuración constitucional”. Y cómo desde esa configuración un proceso de vacancia, por la causal indicada, no corresponde con los hechos sobre los que se sustentaría el pedido.

Conforme a la Moción del Orden del Día 1209, refirió Pereira, el pedido se sustenta en tres grupos de hechos, y todos ellos están en proceso de investigación, no son “hechos conclusivos”. Y allí que el análisis de los mismos devienen en “hechos no corroborados, son hipótesis, son indicios, no hay nada definitivo”.

«Son hechos que solo una vez que se corroboran podrían ser la fuente de decisiones institucionales definitivas como, por ejemplo, una vacancia presidencial”, manifestó.

Sin embargo, prosiguió, el proceso de vacancia tiene otros problemas que afectan su validez y tienen que ver con el debido proceso.

El debido proceso es un elemento de la validez de las decisiones del Estado. El proceso de vacancia presidencial comienza con unos audios que no se incorporan de manera legal al procedimiento formal de una comisión que investiga los hechos y, por tanto, convierte en ilegal dicha prueba.

Un segundo problema que expuso tiene relación con el Reglamento del Congreso, que exige que para tramitar un proceso de vacancia se establezcan los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la causal de vacancia. Indispensable para ejercer la defensa.

Sin embargo, -dijo- la moción no establece la causa por la cual se solicita la causal de incapacidad moral permanente, “ni una sola palabra”.

Para vacar al presidente, sostuvo, “tienen que haber hechos absolutamente objetivos y graves. Están los ejemplos en los incisos del artículo 113 del Constitución. Por tanto, la incapacidad moral permanente no puede ser una causal que esté sometida a estándares de exigencia menores que las causales” establecidas en la Constitución.

Finalmente, Pereira sostuvo que la interpretación constitucional que se debe preferir es aquella que no anule una competencia establecida en la Constitución, sino que las concilie en aras de la defensa de los derechos fundamentales de las personas.

PRENSA-CONGRESO