Desde la firma del tratado de la Convención Única sobre Estupefacientes en 1961, se ha considerado al cannabis como droga sin uso médico, poniendo fin a su utilización con propósitos terapéuticos. Sin embargo, luego de diversos estudios la Organización Mundial de Salud recomendó – a fines del 2018 – retirar al cannabis de la lista de drogas y situarla en una lista menos restrictiva. En virtud a ello, el Congreso de la República promulgó una ley que permite el uso del cannabis para fines medicinales.