Importantes retos se ha impuesto la Comisión de la Mujer y Familia en la presente legislatura 2018-19, entre ellos llamar la atención del Poder Ejecutivo por el retraso en la promulgación de leyes en beneficio de la mujer y contra la violencia física y la agresión; y del Poder Judicial, por el poco interés en aplicar las leyes.

            En ello coincidieron todas las congresistas que decidieron el miércoles 15, con el voto unánime, la designación de Tania Pariona Tarqui (NP) como presidenta de la Comisión de la Mujer para el presente periodo anual de sesiones. La acompañan en la vicepresidenta Tamar Arimborgo Guerra (FP) y Gladys Andrade Salguero (FP).

            La congresista Pariona, al ocupar la presidencia, saludó la diversidad y presencia de un grupo de mujeres en la sesión, y de organizaciones que luchan contra las formas de violencia. Dijo que hay brechas por resolver y una de ellas es el acceso a la justicia.

            Comentó que se proseguirá con los proyectos de ley pendientes de la comisión anterior y apoyarán el pedido para que se realicen dos Plenos-mujer los días 8 de marzo y 25 de noviembre, en los que se conmemoran el Día Internacional de la Mujer y el Día de la lucha contra la No violencia. Es decir, se debata y aprueben iniciativas en favor de la mujer, de su protección ante la violencia machista. Las congresistas destacaron que en un día se hayan aprobado importantes leyes más que en tres meses de debate.

            La presidenta también dijo que se debe garantizar los derechos de los niños y adolescentes en los ámbitos educativo, comunal y social, y reparar a las mujeres que han sido víctimas de la violencia.

            La prevención de los actos de violencia, agregó, debe ser parte de la educación. Es necesario, dijo, saber prevenir y denunciarlos. Cuestionó la administración de justicia contra esos hechos porque hay una traba importante que es la impunidad y las sentencias que desvirtúan las leyes.

            Denunció también que hay barreras discriminatorias contra las mujeres en su acceso a la política y la ausencia de una política nacional para atender a las empleadas del hogar y a las mujeres de la tercera edad.

            Además de las felicitaciones por la designación de la mesa, las congresistas presentes expresaron su preocupación por una diversidad de temas que no tienen solución o demuestran poco interés en resolverlos, entre ellos el fortalecimiento de la familia, comisarías especializadas para la mujer, poco presupuesto del Estado para la implementación de programas contra la violencia a la mujer. La agenda por delante es bastante larga, afirmaron.

            Intervinieron las congresistas Betty Ananculi, Marisa Glave (“es importante ponerse de acuerdo en lo que sufren las mujeres, más allá de las posiciones políticas que se tenga”), Indira Huilca, Cecilia Chacón (“el Ejecutivo ha observado proyectos importantes en la lucha contra la mujer. Si es perfectible, que lo haga con celeridad”, dijo); Gladys Andrade: “juntas debemos hacer el cambio porque vivimos un machismo muy fuerte”, afirmó; y Ana María Choquehuanca, quien dijo que falta una labor de evaluación de los riesgos que afronta la mujer frente a la violencia.

PRENSA CONGRESO

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