El presidente del Congreso, Alejandro Soto Reyes, brindó un merecido homenaje al gran almirante Miguel Grau Seminario en la ceremonia en conmemoración 202. ° aniversario de creación de la Marina de Guerra del Perú y el 144.° aniversario del Combate Naval de Angamos.

A continuación su discurso de orden en el acto realizado en la sala Miguel Grau del Palacio Legislativo.

«La Marina de Guerra del Perú es una de las principales instituciones vinculadas a la consolidación de la libertad del Perú. Luego de menos de tres meses de la Declaración de la Independencia por el general José de San Martín, fue nuestro propio libertador quien creó la Marina de Guerra del Perú el 8 de octubre de 1821. La visión de futuro del Protector del Perú, hizo que esa fecha emblemática, hace 202 años, represente el inicio de una historia gloriosa que vinculó siempre a nuestra Marina de Guerra, a la defensa de la Patria y al gran ejemplo personalizado en el almirante Miguel Grau Seminario.

Y la historia grande, que tiene simbolismos especiales, a veces inexplicables, pero que representan la grandeza que reserva el destino a los grandes personajes, hizo que en el 58 aniversario de la Marina de Guerra, se produzca el sacrificio de nuestro héroe de Angamos, Miguel Grau, quien entregó su vida por el ideal de la Patria el 8 de octubre de 1879.

Pocos peruanos tienen la dimensión de la grandeza que representa Miguel Grau, con tan sólo escuchar o pronunciar su nombre. Pocos, realmente pocos, tienen el privilegio de ser considerados un ejemplo de patriotismo y nobleza. Grau ha producido en el imaginario popular, una incuestionable elección para ser considerado el peruano del milenio.

El nombre y la trayectoria del almirante Miguel Grau, merece siempre los mayores homenajes a la altura de la transparencia de su vida. El gran poeta José Santos Chocano, diría en un verso rebelde y con un lenguaje mágico: “Y dueño de ti mismo, prohíbe tú que nadie profane tu grandeza; no entienden tu heroísmo, quienes no son capaces de sentir tu nobleza”.

Y en esta Sala, ataviada de su recuerdo, en el que hoy conmemoramos junto al aniversario institucional de la Marina, el sacrificio de Grau durante la Guerra del Pacífico, ratificamos nuestro compromiso con el Perú junto a sus discípulos de la Marina de Guerra, a las Fuerzas Armadas y a la institución parlamentaria que también tuvo su presencia inmortalizada en un escaño eterno, cuando él representó a su pueblo como diputado por la provincia de Paita.

Miguel Grau fue un institucionalista a carta cabal. Recordemos que como comandante general de la Marina, condenó el golpe de Estado de los hermanos Gutiérrez en 1872 cuando dijo: “No reconozco otro caudillo que la Constitución, enarbolando el estandarte de la Ley”.

Su paso por el Congreso de la República, nos habla de su preocupación por consolidar la defensa nacional y la institucionalidad democrática. Esa dualidad es la que explica la decisión de interrumpir sus labores parlamentarias y asumir la misión de conducir al Huáscar para entregar su vida el 8 de octubre de 1879.

El homenaje a Miguel Grau, es también el homenaje a la Marina de Guerra del Perú. La personificación de este homenaje es en este caso una reafirmación del ideal de cada integrante de su institución. Y como dice las letras gloriosas del Himno a Grau, repetimos ahora: “Es altar cada pecho peruano, donde se alza su imagen bendita».

¡Viva Miguel Grau!
¡Viva la Marina de Guerra del Perú!
Muchas gracias.

OFICINA DE COMUNICACIONES E IMAGEN INSTITUCIONAL