Con 97 votos a favor, 8 en contra y 4 abstenciones, el pleno del Congreso aprobó, en primera votación, el dictamen de los proyectos de ley que proponen modificar artículos de la Ley 26486, Ley Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), para garantizar la continuidad de su funcionamiento al término del mandato de sus miembros titulares. Enseguida fue exonerado de segunda votación con 96 votos a favor.

El acuerdo fue tomado en la sesión virtual que se realizó el jueves 22 y estuvo dirigida por el congresista Luis Roel Alva, segundo vicepresidente del Parlamento Nacional.

Asimismo, la sustentación del dictamen estuvo a cargo del congresista Luis Valdez Farías, presidente de la Comisión De Constitución y Reglamento.

Afirmó que, como es sabido, el Pleno del JNE cumple un rol fundamental en la administración de justicia electoral en el país, toda vez que sus funciones no se circunscriben a los procesos electorales convocados, sino que se desarrollan también en épocas no electorales, resolviendo expedientes relacionados a la inscripción de diversos actos internos de las organizaciones políticas y a los procesos de suspensión y vacancia de autoridades regionales, provinciales y locales.

“El asegurar que el Pleno del máximo organismo electoral del Perú cuente con el quorum necesario resulta, entonces, indispensable; para lo cual el legislativo debe aprobar una norma que permita que, cuando uno de los miembros que lo integran, haya cumplido su mandato, pueda preverse una línea de sucesión temporal en el cargo, hasta que el proceso eleccionario previsto para elegir a su sucesor se haya realizado”, agregó Valdez.

Además, subrayó que, de esta forma, se evitará que cualquier retraso, problema interno o alteración que pueda producirse en las organizaciones a cargo de elegir a los miembros del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones pueda afectar el normal desenvolvimiento de este organismo electoral, para dejar en salvaguarda el quorum necesario para la toma de decisiones, que podrían verse afectadas de permanecer la legislación vigente; pues en la actualidad puede coincidir el período de renovación de uno o más miembros del Pleno, lo que origina –al no estar prevista la cobertura del cargo hasta que se haya elegido un sucesor– que se produzca un vacío al interior del Pleno del JNE, y pueda mellar su integridad y continuidad funcional.

“Con la propuesta normativa, uno o varios miembros del Pleno del JNE, cuyo mandato se encuentre vencido, deberán ser reemplazados por su primer suplente hasta que se produzca la transferencia del cargo prevista en la propia Ley Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones que pretende modificarse. Este candado, sumado a la imposibilidad de renuncia al cargo durante los procesos electorales, prevista en el artículo 16 de la ley precitada, garantizará que la administración de justicia electoral no se paralice ni detenga, además de garantizar una renovación permanente de sus miembros” señaló el presidente de la Comisión de Constitución.

Asimismo, advirtió que un Jurado Nacional de Elecciones que funcione con todos sus miembros y que adopte decisiones luego de un debate democrático, donde estén representados todas las organizaciones que nuestro sistema prevé, es una necesidad ineludible que impactará sobre la credibilidad de dicho organismo y garantizará procesos electorales justos y transparentes, de manera que fortalecerá nuestro sistema democrático.

Enseguida Valdez subrayó que con esta iniciativa legislativa se solucionaran dos problemas: el primero que el JNE funcione permanentemente con la totalidad de sus miembros para garantizar una toma de decisiones plural y democrática; y el segundo, que se produzca una línea sucesoria continua que permita la renovación del Pleno del JNE sin afectar su funcionamiento permanente.

“Al preverse la continuidad en el cargo con la asunción de su primer suplente, mientras no se nombre su sucesor titular, se logra dotar de integridad al funcionamiento del Pleno. De forma tal que no se generen vacíos o huecos en su conformación de cinco miembros, lo que garantizará siempre el quorum máximo para la toma de decisiones, lo que a su vez asegura que estas decisiones gocen de mayor legitimidad y credibilidad ante los administrados”, agregó.

Además, reiteró que al establecerse un mandato legal que garantiza una línea sucesoria que asegure una renovación permanente y saludable de sus miembros –ya sea porque asuma el suplente o porque finalmente se haya logrado elegir a un nuevo titular– se logra solucionar el segundo problema ya citado.

Durante el debate, la congresista Carolina Lizárraga (PM) sostuvo que hasta la fecha –con 4 magistrados– el JNE está funcionando con total normalidad y que, si el presidente del Jurado tiene voto dirimente y “eso no gusta, eso es otra cosa”.
“La propuesta no va a resolver el problema. ¿Es conveniente que ingrese un suplente que no tiene la experiencia del titular?, a mi entender, no”, sustentó la legisladora al tiempo de recomendar un mayor estudio del dictamen.

“Tenemos un JNE amputado, en la práctica tiene tres votos, porque el presidente tiene voto dirimente”, dijo por su parte Carlos Alemerí (PP), al tiempo de advertir que el proyecto es concreto y es importante su aprobación.

A su turno, el legislador Otto Guibovich (AP) dijo que el JNE atraviesa por graves problemas de origen, porque siendo constitucionalmente autónomo y que tiene que estar lejos del Poder Ejecutivo y del Legislativo, lo dirige un juez supremo y en ese sentido judicializa las decisiones.

“¿Dónde queda la autonomía del JNE?, yo entiendo el interés por completar el quorum, pero hay que ver el origen del problema que se genera. Tengo un proyecto de ley orientado a corregir ese problema, porque se debe subsanar y no estar dependiente de ninguno de los tres poderes del Estado”, agregó.

Por su lado, Martha Chávez opinó que la propuesta plantea una solución perfectamente arreglada para una serie de casos y no solo por el cumplimiento del plazo
Finalmente, la legisladora Tania Rodas Malca (APP) señaló que la aprobación del proyecto es urgente para solucionar el problema del presidente del JNE tiene que dirimir el voto, de modo que a veces vota dos veces.

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