El presidente ejecutivo de Essalud, Gabriel del Castillo Mory, aclaró esta tarde que nunca conoció al ex asesor presidencial en salud, Carlos Moreno, antes  de asumir tan alto cargo público y que no influyó en esa designación. Indicó que sí fue propuesto por el ministro de Trabajo, Alfonso Grados ante el presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski.

Este deslinde lo hizo ante los congresistas miembros de la Comisión de Salud y Población del Congreso de la República que preside Cèsar Vásquez Sánchez (APP), a quienes expuso la realidad situacional de Essalud que hoy día atiende a diez millones 700 mil personas a través de 400 establecimientos de salud; se comprometió a que muy pronto los pacientes serán atendidos desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, incluso los sábados y domingos.

Del Castillo Mory informó que al día siguiente que se difundieron los audios del ahora ex asesor presidencial Moreno, aceptó la renuncia del único asesor-médico que tenía: Gino Dávila y éste actualmente ha vuelto a su puesto de origen: la gerencia de Prestaciones de Essalud y hasta la fecha no tiene ninguna causal válida para que sea removido de ese puesto.

Respecto a Alberto Valenzuela, a quien presentó y ratificó como consultor, dijo que no es mencionado en los audios del ex asesor Moreno, por lo que tampoco lo va a retirar de ese puesto porque tiene las calificaciones profesionales para continuar en ese cargo.

Al exponer la radiografía situacional de Essalud, dijo que el promedio de días de espera que hoy en día tiene un paciente que va a Essalud -desde la solicitud de una cita hasta que es atendido por un galeno- es de treinta días, pero que se extiende a otros 40 días para quien solicita un examen y otros treinta días para tener una segunda consulta y recibir un diagnóstico médico.

En caso de una emergencia, el promedio de espera de un paciente puede llegar a tres días si va al Hospital Rebagliati o de dos días si va al Guillermo Almenara. Peor aún es en caso de una cirugía: el promedio nacional de espera -desde que se ordena la operación quirúrgica hasta que se atiende- es de 62 días. Y en cuanto a capacidad instalada, el titular de Essalud reveló que existe un déficit de ocho mil camas y para lo cual se requiere una partida presupuestal de 8 mil millones de soles.

La otra cara de esta radiografía es el tema de la sostenibilidad financiera de Essalud: el total de la deuda tributaria que tiene pendiente por cobrar asciende a 10 mil millones de soles y corresponde solamente a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) le corresponde pagar 400 millones de soles, dijo Del Castillo.

Al hablar de la gestión administrativa que ha heredado en Essalud, Del Castillo Mory dijo que su organigrama es hipertrofiado, burocrático e ineficiente y admitió que sí existe corrupción  en las áreas de compras y tercerizaciones de servicios, por lo que anunció la inmediata reorganización al interior de la entidad y la creación de una unidad anticorrupción que implementará el programa de tolerancia cero a la corrupción. «Habrá una línea directa para los asegurados las 24 horas para atender las denuncias de corrupción», dijo.

Por lo  pronto adelantó que se ha empezado a colgar en el portal institucional de Essalud todos los contratos que tiene esta entidad con clínicas y centros médicos públicos y privados en los últimos cinco años «y publicaremos todos los contratos de compras de medicamentos e insumos médicos con todos los laboratorios, distribuidores y otros proveedores mostrando todos los precios y cantidades adquiridas en los últimos cinco años, incluyendo aquellas adquisiciones que no han pasado por proceso de selección».

Durante el debate multipartidario que siguió a su exposición, Segundo Tapia (FP) fue quien le cuestionó su posible nexo con el ahora ex asesor presidencial Moreno y su paso como director del fondo de salud de la Policía Nacional, durante el gobierno anterior.

Su colega de bancada Rosa Bartra tildó de «desgracia» la realidad que hoy tiene Essalud y trajo a colación los problemas que tiene hoy un asegurado en su tierra natal: Huamachuco (La Libertad). Hernando Ceballos (FA) le reclamó la aplicación de un efectivo plan asistencial, en tanto Milagros Salazar (FP) exigió un rostro humano en la  nueva política institucional.

Mientras, Eloy Narvaez (APP) habló de la falta de gerencia en el Instituto Nacional Cardiovascular (Incor) -que depende de Essalud- porque en lo que va de este año dicha entidad solamente ha gastado el 27% de su presupuesto institucional.

PRENSA CONGRESO