El legislador Jaime Delgado Zegarra, presidente del Frente Parlamentario Contra el Hambre – Perú, celebró la reciente publicación de la Ley de Promoción y Desarrollo de la Agricultura Familiar, e hizo votos porque la Ley Marco de Alimentación Escolar, que fue también trabajada con expertos de la FAO, sociabilizada con integrantes de dicho frente y resumida con otra iniciativa similar presentada por la legisladora Karla Schaefer, se apruebe con el mismo carácter multipartidario y respaldo de todas las bancadas.

A dos días de iniciarse en nuestra capital una reunión del Frente Parlamentario, el congresista declara sobre este importante tema.

El Frente Parlamentario Contra el Hambre – Perú, cómo traduce sus intenciones y discurso para mejorar la alimentación en el país?

El trabajo se está materializando a través de leyes que se están dando como la que se publicó hace unos días. La Ley de Agricultura familiar establece prioridades para atender al pequeño agricultor con financiamiento, asistencia, mejoras tecnológicas, con todo el apoyo que se les tiene que dar porque el 80% de los platos que llegan a nuestra mesa vienen de la pequeña agricultura. La gran agricultura, que son monocultivos, está pensada en la agroexportación, no en resolver problemas del hambre.

La ley propone un trato diferenciado para los pequeños agricultores…

Cómo no vamos a dar preferente atención a esos agricultores, cómo vamos a permitir que languidezcan con precios que ni siquiera les permite recuperar su inversión. Hay que pensar en la diversificación productiva para ellos, mejora de semillas, tecnología y financiamiento, que las hemos fijado en esa ley, ahora es el Poder Ejecutivo el que tiene que implementarla lo más pronto posible.

Explíquenos sus aportes a la Ley Marco de la Alimentación Escolar

Tenemos que entender que toda la escuela es un espacio educativo, los profesores, los educadores, incluso, tienen que dar el ejemplo. Los quioscos no pueden expender comida chatarra, el espacio educativo tiene que privilegiar un espacio formativo de niños, adolescentes e incluso docentes. Aunque sea, ese espacio debe ser coherente, los centros educativos públicos y privados no tienen porqué ser diferentes; la educación es una responsabilidad del Estado, los colegios privados funcionan con una autorización del Estado.

Hay que incorporar los quioscos, cafetines y comedores escolares como parte del espacio y de la estrategia nutricional. Hasta ahora, el tema de la alimentación en las escuelas las ve el concesionario sin ninguna responsabilidad. Liberar a los centros y espacios educativos de la influencia comercial de los productos que no cumplan los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Los espacios escolares deben privilegiar la educación nutricional ajena a la influencia que, lamentablemente, desarrollan las empresas. No es posible que mientras estemos tratando de aplicar programas que enseñan a comer bien, los quioscos escolares saludables, que ya no pueden vender chatarra; sigan vendiendo otros productos dañinos. Por otro lado, encontremos dispensadores de gaseosas y chizitos en los colegios. Incluso las actividades escolares deben entrar en esta lógica.

¿Su propuesta no colisionará con la libertad de empresa? Se sabe que precisamente los niños son un público objetivo en el que la publicidad incide.

No, para nada. Ya hay pronunciamientos de Tribunales Constitucionales de otros países que son muy claros. Tú aquí pones en la balanza libertad de comercio, por un lado, y por el otro, salud y la vida de las personas, ¿Qué vas a privilegiar? Tienes que privilegiar el bien mayor. (EPA)

PRENSA CONGRESO