Sumándose al ejercicio anual del Simulacro Nacional de Sismo 2017, el Congreso de la República cumplió en forma efectiva “afrontando y soportando un terremoto de 8.5 grados en la escala de Ritcher durante un minuto, con epicentro  a 90 kilómetros al oeste de la Costa peruana”.

A las 10:00 horas, ante la alarma con la que se dio inicio a la campaña de simulación en todo el país organizada por el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), los trabajadores del Poder Legislativo paralizaron sus labores y procedieron a desalojar sus oficinas para dirigirse a zonas seguras identificadas debidamente con indicaciones de señalización.

Los congresistas Miguel Ángel Torres,  Juan Carlos Gonzales Ardiles y César Vásquez, de Fuerza Popular, entre otros, tomaron parte en la actividad aunque la mayoría se encuentra fuera de Lima cumpliendo sus funciones legislativas en la Semana de Representación.

La mayor concentración tuvo lugar en la plaza Simón Bolívar, en el frontis del Palacio Legislativo, zona amplia de aproximadamente 800 metros cuadrados donde  se concentraron unas 600 personas, el movimiento de las ambulancias, los equipos de rescate y la evacuación de los “heridos” .

En otras sedes también hubo movilización de los servidores, los mismos que se concentraron en las zonas consideradas seguras y de mayor capacidad señalizadas con una “S” o lugares de evacuación identificados con un círculo amarillo. Algunos se quedaron en sus oficinas o cercanas a ellas y otros guiadas hacia la Plaza de Armas de Lima.

Para el Congreso de la República no se aplicó la amenaza del tsunami, como en otras partes del país. La experiencia tuvo una duración de 25 minutos en que nuevamente sonó la alarma con la que se dio término a las acciones.

El responsable de la oficina de Prevención y Seguridad del Núcleo N° 2 del Parlamento Nacional, Manuel Llona Ramos, dirigió las acciones en la Plaza Bolívar, quien megáfono en mano dio instrucciones, dirigió al personal de su oficina y pidió  calma y serenidad a los “evacuados”.

El personal de Prevención y Seguridad, vestidos con chalecos rojos, naranja, verde y blanco de las diferentes de brigadas de emergencia del Congreso  y equipados con radios y megáfonos, condujeron y guiaron a los participantes del evento.

Dos “heridos” fueron rápidamente trasladados al puesto de socorro del Palacio Legislativo ubicado cerca de la Plazuela “Faustino Sánchez Carrión”.

El instante del simulacro fue una oportunidad para intercambiar opiniones, entre ellas que el “sismo” debía  tener fecha, pero no hora avisada, para conocer realmente la capacidad de reacción de la población.
 
Otros trabajadores consideraron positiva la experiencia y manifestaron sus expectativas de que llegado el momento se cumplan con todas las recomendaciones.

Llona Ramos recomendó que frente a un movimiento sísmico lo primero que se debe hacer es buscar una zona segura, señalizada en todos los edificios.

“Cuando termina el sismo es el momento de evaluar”, anotó y destacó la importancia del “chequeo” de sus compañeros para confirmar el número de “ilesos”, “heridos”, “muertos” y “desaparecidos”.

El simulacro anual tiene lugar el 31 de mayo como una recordación al terremoto de 1970 en Huaraz, sismo que fue de una magnitud de7.9 a las tres de la tarde con 23 minutos y que fue  sentido en casi todo el país, seguido de un aluvión que sepultó la ciudad de Yungay. (MED). 

PRENSA-CONGRESO

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