Una reunión de trabajo de la Comisión de Pueblos Andinos, que preside el legislador Wilbert Rozas Beltrán (FA), analizó el jueves 7 los cambios importantes que ha habido en las últimas décadas en la provincia de Espinar, Cusco,  y superado a otras de la región.

            Muchos de estos cambios han sido improvisados, como el crecimiento desordenado de la ciudad. Se informó que entre los  problemas actuales y latentes que padecen su población están la implementación de mejores condiciones de los servicios de agua, salud, educación y socio- ambientales, toda vez que existe en dicha provincia asientos mineros que estarían contaminando las comunidades.

            Espinar, según se dio a conocer, sería una de las provincias más pobres del Perú. Cuenta con 70 mil habitantes, mayormente rurales. La capital de la provincia concentra más del tercio de la población y se ubica en el eje Cusco-Sicuani-Arequipa. Al igual que las provincias vecinas, Espinar sufre de grandes carencias.

            Según algunas cifras, el 13% de la población habita viviendas con características físicas inadecuadas, el 19% vive en condiciones de hacinamiento, el 20% tiene una alta dependencia económica, el 79% carece de conexión a desagüe y el 15% de los niños no asiste a la escuela.

            En relación a los temas de salud, la falta de políticas regionales claras y orientadas a las prioridades sanitarias del lugar y la excesiva burocracia en el sector impedirían tener información de calidad y oportuna para la toma de decisiones orientadas a mejorar esa realidad. La  falta de acceso a los servicios de salud,  sobre todo en las poblaciones alejadas, afecta principalmente a niños y madres de familia.

            “La salud es un tema primordial,  por lo que se requiere hacer y mejorar una serie de acciones como la simplificación de los procesos en el marco de la modernización del Estado, incluyendo el uso de la tecnología en la prestación de servicios y sistematización de la información para toma de decisiones oportunas y orientadas a su solución.

            También se requiere potenciar la oferta de servicios de salud con infraestructura y equipamiento modernos y funcionales, lo que permitirá que el cuidado preventivo y recuperativo, sea oportuno y eficaz”, refirió el parlamentario Wilbert Rozas.

            Sobre los temas educativos, destacaron la necesidad de contar con una mejor infraestructura que permita un desarrollo adecuado y socio educativo de los escolares, así como implementar estrategias en el contexto rural que promuevan la educación por alternancia, con énfasis en el desarrollo del emprendimiento agropecuario en los niños del nivel secundario. 

            En esa línea de análisis, también se abordaron los problemas socio-ambientales producto de la presencia de empresas mineras que realizan actividades extractivas en la provincia de Espinar  que contaminarían los ríos Cañipía, Quero, Apurímac y Salado, ubicados en la cuenca de esa provincia

            “Los habitantes de la provincia cusqueña de Espinar están contaminados con metales pesados. Nos informan  que el agua superficial, el agua subterránea, así como los suelos, presentan concentración elevada de mercurio, plomo y arsénico, entre otros.

            “Sin embargo, dijo por su parte el congresista Edgar Ochoa, casi nunca se les prestó atención especializada. Los afectados señalan que lo poco que han recibido son prestaciones propias de cualquier campaña de salud. Requerimos cambiar esta situación social”, manifestó.

            También refirió que los problemas ambientales y sanitarios de origen natural y de actividades económicas seguirán siendo objeto de atención y medidas de salud, sanitarias y ambientales de parte de todas las autoridades de la región Cusco y del Estado. (FAA)

PRENSA CONGRESO