Juan Carlos Ramírez: Hay que perseguir el anonimato y refugio en paraísos fiscales

El parlamentario andino Juan Carlos Ramírez, integrante de la comisión cuarta De Desarrollo e Integración Económica, Producción, Competitividad y Complementariedad, Infraestructura y Energía, reflexiona sobre la importancia de conocer al detalle el término ‘paraísos fiscales’ , toda vez que en dicho grupo se viene discutiendo un marco normativo para enfrentar la evasión de impuestos en los países de la región andina.

Además, para promover la Inversión Extranjera Directa (IED) y preparar un pronunciamiento sobre la investigación periodística denominada ‘Los Papeles de Pandora’.

Un paraíso fiscal por definición es un lugar de muy baja o nula tributación para las empresas y personas. Hay algunos lugares más famosos que otros como es el caso de Caimán e Islas Vírgenes Británicas contra Irlanda, que en su momento era de tan baja tributación que la transnacional Apple tenía sus oficinas allí.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), Unión Europea, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), consideran paraísos fiscales a muchos países, catalogándolos así por diferentes criterios. Estos pueden argumentar no sólo ventajas tributarias y fiscales, sino dumping laboral, dumping tecnológico y otras variadas e ingeniosas formas de dar ventajas a empresas y personas para que vayan a un país y no a otro.

¿Por qué Intel, la compañía americana creadora de procesadores usados en las computadoras, puso su base de operaciones en Costa Rica? se pregunta Ramírez Larizbeascoa.

Sólo el funcionamiento de la planta de Intel es el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) de ese país. No es un secreto que los países tratan de hacerse atractivos para las inversiones; y esto se hace contra otros países. Es un juego de ganar-perder, lo que gana uno, lo pierde el otro. En medio de todo esto, la atención se centra en los paraísos fiscales, pero se desvía de los verdaderos paraísos fiscales, que son todos los otros, con muy diferentes imanes de atracción.

El caso de China, que ha concentrado grandes inversiones desde hace 35 años ¿Lo ha hecho por la mano de obra barata?, ¿por el tamaño del mercado chino?, ¿por las ventajas políticas, y por lo tanto tributarias y fiscales, del Partido Comunista Chino? Como fuera, la China podría también considerarse un paraíso, porque todos quieren ir allí.

Si nos ponemos a clasificar paraísos fiscales van a aparecer muchos actores insospechados, entre ellos, Delaware en los Estados Unidos, que puede corresponder de alguna manera a la definición. Para la Unión Europea hay 17 paraísos fiscales indubitables, entre ellos Panamá y los Emiratos Árabes Unidos; la zona gris son 47 países, entre ellos Suiza y Perú. Por ello, podemos concluir que un paraíso fiscal es algo muy relativo y lo califica su enemigo que si cobra muchos impuestos.

LA CORRUPCION EN AMERICA LATINA

En la mayoría de los países de Latinoamérica, el problema de la fuga de capitales no es la evasión tributaria ni los temores políticos, es la simple y llana corrupción. La corrupción, sea colusión, cohecho, peculado, etc. nace negra y muere negra. Quiere decir que, cuando se ponen de acuerdo un o unos funcionarios públicos con unas empresas para sobrevalorar una carretera, colegio, puente, refinería, ducto, hospital, canal, represa, vereda y tantos vehículos que usan los corruptos para medrar y enriquecerse, no lo hacen evadiendo, lo hacen coludiéndose.

En el Perú, la corrupción que se ha podido comprobar,  reportada oficialmente por la Contraloría del país, sólo en el año 2019, es de 23 billones de soles o de 6.7 billones de dólares, es decir el 3 % del PIB del país. ¿Dónde ha ido todo ese dinero? Ha ido a todo lugar que pueda asegurar anonimato.  Hay muchos ladrones que  comprar autos, casas, yates, aviones, joyas, productos de lujo  y estos  caen porque no hay forma de justificar su desbalance financiero.

El producto del robo, adecuadamente repartido entre los ladrones del gobierno y los de las empresas acaba, normalmente, en áreas de anonimato. Algunas de estas zonas son paraísos fiscales y otras no. Lo que les interesa a estos delincuentes no es otra cosa que el anonimato sobre sus cuentas, entonces no hay que perseguir la ventaja tributaria, hay que perseguir el anonimato.

Despacho del parlamentario andino Juan Carlos Ramírez