Tras reconocer el trabajo de los miembros de la Comisión de Constitución y Reglamento que en solo en cinco meses ha conseguido aprobar importantes reformas políticas, lo que dio como resultado siete leyes vigentes, seis de ellas se aplicarán en los comicios generales que se realizarán en abril del 2021, el congresista Omar Chehade, presidente de dicha comisión, subrayó que aún queda una tarea pendiente que se viene trabajando a fondo.

“El trabajo no concluye. La reinstauración del Senado de la república del sistema bicameral -que es una reforma de la Constitución- es el buque insignia, la madre de la reforma política, y la creación del Código Electoral, cuyo propósito es unificar las normas dispersas sobre la materia, son los objetivos máximos que vamos a tener de cara a julio del próximo año”, dijo el legislador.

Antes, Chehade Moya hizo un público reconocimiento a los miembros de la comisión por su compromiso demostrado con la reforma política que tuvo como resultado un trabajo muy provechoso.

“La suspensión de elecciones primarias que fue aprobada el 19 de junio; la ley de paridad y alternancia, el 25 de junio; la creación del distrito electoral de peruanos en el exterior, el 4 de julio; establecimiento del 30 de setiembre como fecha límite para la inscripción de partidos nuevos y para que los partidos inscritos afilien a sus candidatos, el 7 agosto; normas sobre democracia interna, el 7 de agosto; extensión de la jornada electoral de ocho a doce horas, el 7 de agosto; impedimentos para postular en caso de sentenciados en primera instancia, el 11 setiembre; y las normas sobre financiamiento de partidos políticos, el 18 de setiembre”, recordó Chehade.

Fue en la sesión virtual del martes 29 y en la que se analizó al detalle los proyectos de ley que ponen sobre la mesa la conveniencia o no de instaurar la bicameralidad a través de una reforma constitucional.

Para tratar este importante tema fueron invitados especialistas en la materia, entre ellos, el Dr. Francisco Eguiguren Praeli, quien inició su intervención subrayando que está convencido del restablecimiento de la bicameralidad con un diseño duradero y eficiente. Explicó que cuando se decidió modificar la Constitución se tomó en cuenta la premisa que un Congreso unicameral decide más rápido y como son menos integrantes va a costar menos.

“No fue una decisión meditada y que creo no se debería repetir. Se debe iniciar por hacer un diagnóstico para saber qué es lo que está yendo mal en un Congreso unicameral y cómo lo vamos a resolver en el sistema bicameral”.

Entre ellos, Eguiguren observó que se debe tener en cuenta el problema de la representación. “Mejorar y hacer más autentica la representación territorial de nuestra población. Tiene que haber relación entre la población y su crecimiento con los representantes de las cámaras en el Parlamento”, dijo

Por su parte Dr. Alberto Borea Odría coincidió con Praeli en que es fundamental volver al Senado de la República, porque “peor -desde que se instauró el sistema unicameral- no nos ha podido ir”. Por otro lado, subrayó que “para fortalecer la democracia hay que invertir para tener un buen gobierno” y consideró muy relevante que se debe invertir en darle al Congreso un mejor sistema de asesoramiento.

Con respecto a reelección de congresistas, dijo que no es sano declarar la no reelección parlamentaria permanente, pero tampoco es sano que todos se vuelvan a postular. Por ello, planteó una fórmula intermedia que consiste en que cada bancada pueda presentar a reelección al 50 % de sus congresistas, con ello se logra representantes nuevos y con experiencia.

En la sesión también participó la Dra. Marisol Peña Torres, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien dio alcances importantes sobre la bicameralidad en Chile sobre las experiencias y las perspectivas.

Explicó que, en ese país, cuentan con 155 diputados que representan a 28 distritos electorales y 50 senadores elegidos sobre la base de las 16 circunscripciones equivalentes al mismo número de regiones. Ambas cámaras son elegidas por la ciudadanía y concurren a la formación de las leyes, pero tienen atribuciones exclusivas.

“Solo a la Cámara de Diputados le corresponde la fiscalización de los actos de Gobierno, es el contrapeso del Ejecutivo. Adoptan acuerdos u observaciones que se transmite al presidente para que designe al ministro que acudirá, invitación a los ministros, pero nunca debe causar su dimisión o su renuncia. Solo el presidente de la república es quien nombra o remueve a los ministros que conforman su gabinete”, dijo.

Subrayó que el Senado es quien ve las acusaciones constitucionales, en tanto que la Cámara de Diputados solo admite la admisibilidad de la denuncia compartiendo roles de primera instancia (diputados) y segunda instancia (senadores).

Durante el debate, los legisladores expresaron sus consultas y dudas enfocadas a temas de fondo y de forma como, por ejemplo, la forma de elección o designación de diputados y senadores, la edad mínima para ocupar el cargo de senador, las funciones de cada una de las cámaras, la reelección de congresistas y además sobre cómo quedaría compuestos los órganos parlamentarios como la Comisión Permanente en un Congreso bicameral, de mantenerse.

Gino Costa Santolalla (PM) preguntó si sería viable que el Senado pueda tener iniciativa de ley para ciertos proyectos de ley de reforma constitucional, de desarrollo constitucional y leyes orgánicas muy aparte de las funciones inherentes de cada una, es decir, las leyes ordinarias para los diputados y la función revisora para cámara de senadores.

La congresista Mirtha Vásquez Chuquilín (FA) consideró que, tanto para la Cámara de Senadores, como la de Diputados, la regulación que se apruebe debería procurar que ahí se vean representados y no se vea como un senado solo para ilustrados que corrigen la voluntad popular que representan los diputados.

“¿El Senado debería incorporar a representantes de sectores tradicionalmente relegados como de los pueblos indígenas que hay gente sabia y no restringir a gente que tiene títulos?”, preguntó la legisladora.
Con ello coincidió la congresista Carolina Lizárraga (PM) quien preguntó cómo hacer para que un Senado revisor no se convierta en un Senado limeño o aristocrático.

A su turno, la legisladora María Cristina Retamozo (FREPAP) preguntó a los invitados, desde su visión, qué funciones debería sumir la Cámara Baja de diputados y Cámara Alta de senadores, además de establecer cuándo deben adoptar una decisión en conjunto, en pleno; en alusión a la acusación constitucional, y si “la vacancia presidencial la definiría la Cámara de Senadores que -con 50 miembros- tiene menos representación”.

PRENSA-CONGRESO